Reforma en la continuidad

El señor arzobispo de Toledo completa su equipo de trabajo en la Archidiócesis de Toledo. Queda compuesto por cuatro vicarías territoriales y tres vicarías personales, a las que se une la de economía.
En el día en que se cumplen 14 años del nombramiento episcopal de don Francisco Cerro, el señor arzobispo ha asistido a la profesión de fe y juramento de los nuevos vicarios episcopales y del rector del Seminario Mayor. Se completa así, en palabras del arzobispo primado, el equipo de colaboradores directos que le va a ayudar en el gobierno de la Archidiócesis. Todos ellos, hombres y mujeres responden a un único perfil marcado por tres cualidades: hombres y mujeres de Dios, de Iglesia, que se crean su servicio y que se distingan por el trabajo.
Cuatro vicarias territoriales y tres vicarias personales: vida consagrada; laicos, familia y vida; clero y la vicaria de para asuntos económicos componen este equipo de trabajo con el que el señor arzobispo quiere encarar los próximos años. En el horizonte el Jubileo de Guadalupe, la convocatoria del Sínodo de los obispos anunciada por el Papa para el mes de octubre, y la visita pastoral, previa a la celebración de un sínodo diocesano que se anunciara oficialmente el próximo jueves cuando se presente la Carta pastoral. Un engranaje en el que el trabajo y el servicio a la Iglesia debe marcar los ritmos para que funcione la pastoral.
Don Francisco ha agradecido a sus predecesores en el cargo el trabajo realizado y a todos los presentes les ha pedido trabajo, fidelidad y servicio a la Iglesia.
También se han hecho públicos los nombramientos de los nuevos directores de los Secretariados de pastoral vocacional, Álvaro García Paniagua; de discapacidad, Benito Bravo y de pastoral de la Salud, cuyo director será Juan Luis Gómez de la Torre. También se ha hecho público el nombramiento de Jesús Montero como delegado diocesano de religiosidad popular, hermandades y cofradías.